La característica que define a una planta como herbácea es su ausencia de tallos leñosos, a diferencia de los arbustos y árboles. Producen además hojas y tallos que son de color verde en la gran mayoría de ocasiones, y muchas son de floraciones terminales y abundantes. Estas plantas son muy usadas en jardinería por el valor estético de sus flores, además de como plantas tapizantes. Poseen gran capacidad de crecimiento y de germinación, así como alta adaptabilidad y resistencia.